jueves, 26 de enero de 2017

Prohibición de la Mariguana en México

Prohibición de la Mariguana en México 

         
            La gran mayoría de las actividades relativas a la marihuana están prohibidas en nuestro país, e históricamente siempre lo han estado para nosotros los contemporáneos. Su prohibición fue antes de nuestro tiempo, por lo tanto también su consumo libre en sociedad.

Las razones por las cuales se tomo esta determinación son muchas y convergieron en el tiempo durante el siglo pasado, entre las que destacan las siguientes:

Ilegalización del Vegetal en Estados Unidos de América

            Desde los intereses comerciales de una empresa multinacional dedicada al comercio del algodón y otros textiles, hasta el convencionalismo de miembros del Congreso de aquel país de ultraderecha, desde finales del siglo XIX se comenzaba a estudiar la prohibición de distintas sustancias, su principal finalidad o eslogan era "detener la degeneración de la raza". Ya en la década de 1930, posterior a la fallida Ley Volstead o Ley Seca[1], después de haber pasado por una de las etapas más violentas en los Estados Unidos de América, la población conservadora, las iglesias protestantes y ciertos empresarios se focalizaron en una nueva prohibición para distraer la atención pública de la malograda experiencia.  
Fue así como la presión de la élite que financiaba a ciertos actores políticos, entre ellos de Andrew Mellon, Secretario del Tesoro (1921-1932) y banquero en National Bank, termino por influir en la designación de la Oficina Federal de Narcóticos, colocando a Harry Anslinger, familiar político de Mellon, con cuya injerencia  se logró aunar a la lista de sustancias a prohibir a la mariguana y sus relativos. Dando paso a la creación de la Mariguana Tax Act en agosto de 1937, cuyo contenido prohibía el consumo, posesión y comercio del cannabis a nivel federal.
Sería en la Convención de la Supresión del Tráfico de Drogas Peligrosas llevada a cabo en Ginebra, Suiza en 1936, donde los Estados Unidos de América promovieron ante los países asistentes, a través de su oficina Federal de Narcóticos, un tratado de criminalización de cualquier actividad relacionada a la marihuana, la coca y el opio, donde incluía su cultivo, producción, manufacturación y distribución.  No todos los países asistentes suscribieron dicho acuerdo, pero México en efecto reconsideró la situación de la Marihuana; creó un Reglamento de Toxicomanía, donde la señalaba como una sustancia que acarreaba problemas de salud al consumidor, más no lo consideraba un problema en materia penal.

Legislación en México

            Por su parte, en México con un establecimiento incipiente del gobierno posterior a la Revolución, se comienza en la década de 1920 la corriente de información sobre la planta y su retiro gradual de las farmacias y boticas.
De igual manera, en los libros de medicina, especialmente en el Compendio de historia de las Drogas de Juan Manuel Noriega,  se retiran los tratamientos y demás conocimientos que se tenía sobre su aplicación y uso medicinal, solamente para dejar unas ciertas declaraciones vagas sobre los efectos del vegetal.

No fue sino hasta que hubo un cerco comercial en materia medicinal por parte del país del norte en 1940, cuando por razones políticas, económicas y de fortalecimiento diplomático, cuando se decidió suscribir los acuerdos relativos a la prohibición de diversas sustancias (entre ellas la cannabis sativa), así como la modificación de las leyes en lo correspondiente a este vegetal, penalizando su uso, consumo, producción, distribución y comercio, así como retirándola de los Reglamentos de farmacias y boticas del país.  

En la actualidad, se mantiene la penalización sobre su uso recreativo, comercio, distribución, depósito entre otras actividades relacionadas con la marihuana. Pero sería sensato observar que la misma tendencia y presión extranjera por parte de Estados Unidos de América que se dio cuando fue el caso de su prohibición, se pueda presentar otra vez, pero ahora con intención contraria; pues al ser el caso de que los estados fronterizos (y algunos otros del interior de la república) del país del norte tengan cierto grado de legalización de la marihuana y ya no requieran de los carteles del país para satisfacer su consumo del vegetal, la ilegalidad de las actividades relativas a la cannabis sativa en nuestro país solo represente una fuente de violencia en lo que respecta a la delincuencia organizada y su afectación al país vecino.  






[1] Como resultado de la implantación de la Ley Volstead se presentaron casos de casi 50 mil personas fueron sentenciadas por delitos relacionados con el alcohol, 150 mil por multas y detenciones; murieron 30 mil y 100 mil quedaron con lesiones irreversibles de parálisis y ceguera

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